Asómate a la ventana más grande, más pequeña, más limpia y más sucia. Ábrela y mira hacia abajo, hacia arriba, pero mantén tu mirada siempre hacia delante y firme. Observa a la gente, cómo corre, siempre con prisas, JÁ. Ríe. Seguramente, cuando yo corro por la calle, mirando el reloj, alguien me vea desde una ventana y se ría. Pues, que lo disfrute con salud ,porque reírse nunca está de más.
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